En las últimas dos décadas la
tecnología se ha vuelto un elemento esencial para casi todas las sociedades
alrededor de mundo que a su vez ha representado un hito en la reconfiguración de muchos aspectos de la vida cotidiana.
Basta con ver como la
comunicación interhumana se ha vuelto dependiente de dispositivos móviles con acceso a internet, cuando hace a
penas unos cuantos años el teléfono seguía siendo nuestra única vía de
comunicación remota. La forma en la que nos relacionamos ha cambiado al igual que el entorno laboral y
por supuesto la forma en la que aprendemos y educamos.
En el presente, las nuevas generaciones
desarrollan primero la habilidad para interactuar con un sinfín de dispositivos
electrónicos complejos antes de siquiera haber terminado de desarrollar
habilidades primarias como el lenguaje. Muy atrás quedaron ya las obsoletas
clases de computación que se esmeraban por simplificar lo más que se pudiera el
manejo del software, del cual aquellos que estamos en los ventitantos, no nacimos siendo nativos.
Existen algunos argumentos en contra de la
implantación de herramientas tecnológicas dentro del ámbito educativo,
enumerando razones como:
-Aturdimiento debido a la cantidad la información.
-Disfuncionalidad en
el uso de las TIC
-Diferentes niveles en el manejo de
las TIC y diferentes posibilidades.
-No aplicación de
estrategias para utilizar las TIC.
-Preponderancia del
formato frente al contenido.
-Pérdida de liderazgo
por parte del profesor o tutor.
-El uso del ordenador
en casa genera muchos más efectos cognoscitivos que el uso del
ordenador en la
escuela.
(González
Loya, 2011)
Si bien,
estoy de acuerdo en que existe una disfuncionalidad por parte de algunos
profesores en el uso de las TIC, el resto de los puntos en contra me
parecen bastante refutables. Como individuos que crecieron en un entorno
diferente al de hoy en día, es entendible que generaciones pasadas sientan la necesidad de comparar sus habilidades y
procesos del desarrollo cognitivo con el de nuevas generaciones, pues jamás se podrá saber
cómo hubiera sido si nuestros padres o profesores hubieran crecido con la tecnología incorporada a su curriculum educativo, como sucedió parcialmente en nuestro caso y totalmente en el de las generaciones del nuevo milenio
Otro punto importante es el liderazgo del profesor en el salón de clase que poco a poco se ha vuelto una noción arcaica, pues el papel tradicional del docente, que transmite de
manera conservadora un currículo caracterizado por contenidos casi exclusivamente
académicos resulta, indiscutiblemente, poco pertinente para el momento actual.
El nuevo papel del profesor debe consistir en la creación y coordinación de
ambientes de aprendizaje complejos, proponiendo a los estudiantes un conjunto
de actividades apropiadas que les apoyen en la comprensión del material de
estudio, apoyados en relaciones de colaboración con los compañeros y con el
propio docente (Gutiérrez, 2009).
Además
del cambio de tendencias que está cambiando el rumbo de la sociedad humana dentro
de la educación y otros incontables contextos sociales; considero que el punto
más relevante que debemos tomar en cuenta ya sea como profesores, estudiantes o padres de
familia, es el hecho indiscutible que las innovaciones tecnológicas llegaron
para ocupar un espacio fundamental de nuestras vidas y seguirse desarrollando hasta un punto que tal vez resulte aún
difícil imaginar.
Fuentes:
González Loya, C. (2011). Los pros y los contras del uso de las
TIC en la enseñanza de ELE. Congreso Mundial De Profesores De Español.
Obtenido noviembre 24, 2014, de comprofes.es/sites/default/files/slides/gonzalez_loya_carmelo_guion.pd
Gutiérrez, O. (2009). El profesor como mediador o facilitador del
aprendizaje. En Enfoques y modelos educativos centrados en el
estudiante. México: ANUIES. Obtenido noviembre 24,2014,de:
http://scenfer.licenfer.umich.mx/avisos/modulo2/OfeliaGtz.pdf
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