a {text-decoration: none; } En la punta de la lengua: Olvidar tu propio idioma

28 jul 2014

Olvidar tu propio idioma



Imagínate una mañana. Te levantas, vas al baño, te preparas tu café y tomas tu celular para revisar tu correo. Abres el primero de la bandeja y justo cuando lo comienzas a leer te das cuenta que no entiendes nada. Suena increíble, pero le podría pasar a cualquiera.


Aunque nuestras habilidades lingüísticas y comunicativas en una primera y/o segunda lengua pueden llegar a atrofiarse por falta de uso, práctica o contacto con otros hablantes (language attrition), también existen otras razones por la cuales podemos perder la habilidad para producir y comprender el lenguaje.

En nuestro cerebro existen dos áreas a cargo del habla. El área de Broca que se encuentra frente a la porción de la corteza motriz que controla los músculos de la cara, la quijada, la lengua, el paladar y la laringe, es decir, todos los músculos encargados de la producción fonética; y el área de Wernicke, localizada en el giro temporal superior y encargada de la descodificación auditiva y visual.

Daños severos al área de Broca pueden causar afasia o perdida de la capacidad del habla caracterizada por un discurso lento, difícil de comprender, con problemas en la articulación y correcta pronunciación de las palabras. Por otra parte, daños en el área de Wernicke pueden provocar que una persona sea incapaz de comprender y producir el discurso hablado y escrito en una primera o segunda lengua. 

Esto modelo puede parecer bastante simple,  pero hay que tomar en cuenta que puede haber distintas combinaciones. Por ejemplo, si una lesión desconecta el puente (fascículo arqueado) entre el área de Wernicke y el área de Broca sin dañar ninguna de estas áreas, lo que pasaría sería que el discurso siguiera siendo fluido pero anormal, la comprensión estaría intacta, pero la capacidad de repetir lo que alguien más dijo sería imposible.


TRES CASOS INTERESANTES


  • Una mujer fue víctima de una intoxicación accidental por monóxido de carbono. Después de eso nunca volvió a hablar espontáneamente y parecía que tampoco entendía lo que se le decía. Sin embargo, podía repetir perfectamente cualquier frase que se le dijera y hasta aprender canciones. La mujer no podía comprender el discurso porque las palabras no suscitaban ninguna asociación en las otras porciones de la corteza, pero podía repetir cualquier cosa porque sus conexiones internas con el area Broca estaban intactas. 

  • Un hombre después de un accidente automovilístico perdió la capacidad de leer y escribir, aunque todavía era  capaz de hablar y entender el lenguaje hablado perfectamente bien. Un estudio postmortem mostró que había una lesión en el giro angular del hemisferio izquierdo, el área del cerebro que funge como una estación entre las región visual y la auditiva. Aunque el hombre podía ver las palabras y las letras, estas no tenían ningún significado para él, ya que los patrones visuales deben ser primero convertido en patrones auditivos para que una palabra pueda ser descodificada. 

  • Los japoneses con afasia demuestran características diferentes a los occidentales a causa de sus dos sistemas de escritura.El primero conocido como Kana es silábico y el segundo llamado Kanji es ideográfico. Las palabras en Kana son articuladas sílaba por sílaba  y no son fácilmente identificadas a primera vista, mientras que cada caracter Kanji representa simultáneamente un sonido y un significado. Hubo un caso en el que un  paciente con afasia de Broca, podía escribir una palabra dictada en Kanji pero no en Kana. Cuando se le pidió al paciente que escribiera la palabra "tinta", aunque esa palabra no existe en Kaji, su respuesta fue el caracter Kanji "sumo" que significa "tinta china". Cuando se le pidió que escribiera en Kana, los símbolos que produjo eran correctos pero la palabra no. Otro paciente con afasia de Wernicke podía escribir en Kanji sin ningún tipo de problemas, pero no se daba cuenta que estaba escribiendo ideogramas sin ningún significado. 





Fuente: B.C. Lust & C. Foley. (2004). First Language Acquisition. Blackwell Publishing: New Jersey.

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