a {text-decoration: none; } En la punta de la lengua: Tipos de bilingüismo

23 sept 2012

Tipos de bilingüismo


Méndez, L. (2011). Tipos de bilingüismo, Departamento de Lenguas, Universidad de las    Américas Puebla, Cholula, México. 

En nuestros días es realmente difícil encontrar una nación que solamente cuente con una sola lengua hablada homogéneamente por los habitantes dentro de sus límites, aunque para nosotros resulta común que  la mayoría de las naciones occidentales  se basen en un sólo código lingüístico[1]  para llevar a cabo sus mediaciones . Aún así, tomando en cuenta las más de 6,000 lenguas naturales vivas en el planeta, el bilingüismo es un fenómeno común presente en las vidas de millones de individuos día tras día.  Dependiendo del grado y las características propias de lo que connota el ser capaz de hablar dos o más lenguas,  actualmente alrededor del 75% de los habitantes del planeta son bilingües (Duverger, 1995). Es por tal motivo que el estudio de la adquisición de una segunda lengua se ha vuelto en las últimas décadas un campo de estudio bastante amplio e interesante, que tiene la finalidad de responder las incógnitas acerca de los factores psicolingüísticos y cognitivos que hacen posible que todo ser humano en circunstancias regulares tenga la capacidad de adquirir y utilizar en diferente escala un código alterno al adquirido en las primeros ciclos de desarrollo vital.

Debido a la cercanía entre México  y los Estados Unidos, no es impactante ni inverosímil notar como el inglés norteamericano ha afectado a la variante del español mexicano léxica e inclusive sintácticamente. En cambio, un punto de interés con respecto al mexicano en comparación con otros latinoamericanos, es el conocimiento muchas veces inconsciente de vocabulario y/o de actos discursivos en inglés sin haber tenido siquiera instrucción formal de la lengua, lo cual ocurre gracias al sinfín de productos y medios de comunicación que emplean el inglés como vía de transmisión. Sin embargo,  es factible que al preguntarle a algún mexicano de clase media o media-alta acerca de sus habilidades lingüísticas en inglés, éste responda  con bastante seguridad que lo habla bien o que “se defiende”, aún cuando en la mayoría de los casos su interlengua se encuentre en un punto básico y no se podría hablar siquiera de bilingüismo, pero ¿qué es exactamente el bilingüismo y qué factores determinan si un individuo es bilingüe? Esta cuestión es bastante compleja ya que existen varias definiciones que se contraponen substancialmente entre sí a causa de las convicciones de los autores y el contexto en el cual se manifiesta el uso de L2; apoyando así lo establecido por Jakobson (1963) al señalar esta cuestión como “el problema fundamental de la lingüística”.

De acuerdo con la definición de Myers-Scotton (2006) el bilingüismo es la  habilidad de usar dos o más códigos lingüísticos con la suficiencia necesaria para llevar a cabo una conversación casual aunque ésta sea limitada. Esto conlleva que por el hecho de conocer cierto léxico o comprender parcialmente textos  en una lengua extranjera no significa precisamente que se sea una persona bilingüe a menos que el individuo haciendo uso de su esquema de conocimiento previo logre llevar a cabo una conversación por más básica que sea.  Por otro lado, Bloomfield (1935) puntualiza el término de bilingüismo de una manera más rigurosa al delimitarlo como la habilidad de hablar dos lenguas perfectamente con un control lingüístico similar o idéntico al del nativo. Es posible que estas dos definiciones además de tener una brecha temporal significativa con respecto a sus fechas de publicación, hayan sido acuñadas para reflejar distintos puntos o problemáticas en el estudio del bilingüismo, por lo cual un punto de suma relevancia independiente de las dos definiciones anteriormente mencionadas, es el de tener en cuenta que para clasificar lo más acertadamente posible un tipo de bilingüismo hay que tomar en cuenta la función, alternancia, interferencia y grado de ese segundo código per se (Romaine, 1995).

Tomando en cuenta la interfaz de  las dos definiciones anteriores; es irrebatible el hecho de que bilingüismo se manifiesta después de haber desarrollado ciertas habilidades cognitivas, para lo cual las propuestas más  transcendentes y aceptadas que establecen los procesos cognitivos llevados a cabo con la finalidad de desarrollar un segundo sistema lingüístico  y eventualmente la adquisición de éste, son los siguientes:

·      Competencia de transición (Corder, 1967): Es la idea de que el desarrollo cognitivo del estudiante de L2 es un proceso dinámico, el cual se ve modificado conforme éste va añadiendo/adquiriendo nuevos conocimientos.
·      Sistemas aproximativos (Nemser, 1971): Se enfoca en las características de incompetencia del estudiante del cual se observa su progreso en un continuo  de cero conocimiento de L2 a un nivel  que se asemeja a la competencia lingüística del un hablante nativo de la lengua meta.
·      Interlengua (Selinker, 1972): Intenta demostrar que el sistema desarrollado por el estudiante no está completamente basado en su L1 ni tampoco en la lengua meta. La interlengua de una persona tiene una gramática única que no pertenece ni a la lengua de origen ni a la meta, sino que contiene reglas provenientes de un contexto de aprendizaje de L2.

Siguiendo esta línea teórica para definir el bilingüismo y sus distintas propuestas de desarrollo, nos encontramos también con un alto número de factores contextuales que toman parte para desarrollar la L2  y que claramente dará como resultado grados de destreza diferentes dependiendo de que tan balanceado ha sido el desarrollo del lenguaje receptivo: comprensión e interpretación del mensaje;  y expresivo: uso de la sintaxis, léxico, fonología y adquisición de reglas pragmáticas como entender metáforas y saber cómo y cuándo tomar turno para dialogar (NYU Child Study Center, 2005). Entonces, de acuerdo con el grado de competencia que el individuo adquiera en esos dos súper segmentos del lenguaje y dependiendo de las condiciones temporales en el que el  proceso de adquisición toma lugar, nos encontramos con dos clasificaciones de bilingüismo descritas por Paradis (1987) el primer tipo conocido como coordinado, sucede cuando el individuo desarrolla dos sistemas lingüísticos paralelamente. Es decir, dispone de dos significantes y dos significados para una sola palabra tal como si fuese un individuo monolingüe en cada lengua sin ningún tipo de interferencia o dependencia para comunicarse. Normalmente este tipo de bilingüismo existe en niños con padres que hablan lenguas diferentes a  la lengua oficial o utilizada por la comunidad de habla inmediata y por lo tanto estos niños desde su desarrollo psicolingüístico más precoz se han visto expuestos constantemente a dos o inclusive tres lenguas. En contraste, el bilingüismo compuesto sucede cuando el niño tiene un solo significado para dos significante y no es capaz de detectar las diferencias conceptuales marcadas en los dos idiomas sino que necesita de los idiomas para pensar y comunicarse, caso general de las personas quienes comenzaron a adquirir/aprender L2 formalmente en educación primaria, posteriormente de haber solidificado su lengua materna que también suele ser la lengua de la comunidad de habla en la que se encuentran.

Es verdad que los casos de individuos considerados como bilingües coordinados quienes han aprendido dos códigos simultáneamente (2L1) es cuantitativamente menor al de las personas  quienes han adquirido dos lenguas en diferentes periodos de sus vidas. Sin embargo,  el hecho de adquirir un idioma nuevo después de tener fuertemente fundamentada L1 cambia bastante el proceso de adquisición haciendo menos probable la interferencia de L2 con L1. En contraste, un individuo creciendo en una familia bilingüe adquiriendo 2L1 además de L2 independientemente del estado de su periodo crítico, podría alterar en cierto grado, dirección o etapa de desarrollo su modulo computacional y su interfaz con la morfología, la semántica  y la pragmática haciendo además  que puedan producir más frecuentemente y por más tiempo ciertas estructuras posibles en ambas lenguas (Ortiz, 2010). Algunos teóricos y psicolingüistas  han sugerido que este tipo de fenómenos se debe a que  al adquirir la(s) L1 es el hemisferio izquierdo del cerebro que está en uso y donde también se almacena la información adquirida. En cambio el hemisferio derecho es el dominante cuando se trata de adquirir una segunda lengua (Vildomec, 1963)  aún más cuando el individuo ha rebasado el  lapso temporal conocido como periodo crítico.
Además de la clasificación más aceptada y conocida de bilingües coordinados y compuestos, con el paso del tiempo muchos psicolingüistas han acuñado nuevas clasificaciones de tipos de bilingüismo enfocadas al grado de destreza de las cuatro habilidades lingüísticas normativas[2] que han contribuido tremendamente al engrandecimiento del acervo literario con respecto a la adquisición de un segundo idioma. El bilingüismo aditivo[3] ocurre cuando L1 es valorado, utilizado y tomado en cuenta como parte de la identidad propia del estudiante mientras aprende[4] una segunda lengua. Dicho de otra manera, el segundo idioma expandirá el conocimiento lingüístico y cultural  de ambos  código en lugar de remplazar  a L1 y C1, lo cual es vital para lograr un buen desarrollo funcional y cognitivo del idioma. Por el contrario el bilingüismo substractivo o desigual sucede cuando el individuo tiene la percepción de que L2 es más relevante y prestigioso que L1 y paulatinamente ésta acaba siendo remplazado por el nuevo código adquirido (Rini, 2010). Este tipo de bilingüismo es bastante común cuando la L2 del individuo representa reconocimiento social u orgullo lingüístico para otras comunidades de habla. Tal es el caso de inmigrantes mexicanos de primera generación que radican en los Estados Unidos, quienes con mucha frecuencia seducidos por el poder político, económico y social de los Estados Unidos, comienzan a percatarse de la omnipotente reputación de la lengua inglesa por encima de la del español, por lo cual eventualmente debido a estos paradigmas preestablecidos en su procesos cognitivos van perdiendo la fluidez y la naturalidad para usar el español. Haciendo al inglés jugar el papel de su L1 por imposición y convirtiéndose en  lo que conocemos despectivamente como pocho[5].
Inclusive cuando se habla de un bilingüe coordinado quien se ha ido desarrollando con la exposición a dos o más códigos lingüísticos distintos simultáneamente, es difícil poder establecer que habrá la misma competencia y conocimiento en ambos idiomas ya que por distintos factores emotivos, sociales, ideológicos o referentes a la calidad y cantidad del input, en casi todos los casos se tendrá una lengua en la cual el individuo se sienta más competente y cómodo en todo contexto o situación.  Tomando esta premisa como punto de partida se han establecido dos tipos de bilingüismo descritos como completo[6]  en el cual el individuo es capaz de utilizar ambos códigos con fines interacciónales y siente una competencia igualitaria y automática en cualquier contexto, tal como si habláramos de dos individuos nativo-parlantes  en una sola persona (Peal & Lambert, 1962). Cabe mencionar que debido a la frecuencia con la que existe interferencia en la mayoría de los bilingües, es poco común encontrar y clasificar en su totalidad a una persona como un bilingüe completo puesto que tomando en cuenta el concepto de competencia comunicativa para acreditar a una persona como competente hablando una lengua determinada, se tendría que tomar en cuanta también dos áreas bastante complejas y cognitivamente difíciles de desarrollar exactamente igual a un nativo, tales como la pragmática y la fonología. Ahora bien, el común denominador de los bilingües alrededor del mundo se basa en lo definido por Weinreich (1968) al hablar de bilingüismo subordinado[7] el cual consiste en tener una L1 completamente fundamentada debido a la temprana exposición de ésta desde etapas tempranas de la vida y a grandes diferencias cuantitativas en lo que concierne al input. Dicho de otra manera, aunque un individuo conozca a profundidad y utilice con bastante destreza dos lenguas, la L2 se encuentra aún desarrollándose substancialmente más en comparación con L1, en la cual el único desarrollo de la interlengua que continua habiendo es principalmente léxico. Una forma que personalmente considero efectiva para determinar si se es un bilingüe completo o incompleto, es mediante enfocarse en nuestro discurso privado[8] y dependiendo de la lengua en la que se lleva a cabo se podrá determinar cual es la lengua con la que se siente más identificación, de usar ambas alternamente se podría hablar entonces de un bilingüismo completo.
Finalmente, una dicotomía  más con respecto a  los distintos tipos de bilingüismo encontrados en la literatura es la de bilingüismo activo y pasivo. Usando a los países europeos como ejemplo, encontramos que es bastante común que las personas que habitan cerca de la frontera con otra nación  tengan cierto conocimiento e inter-inteligibilidad  con la otra lengua. Entonces es muy factible que hipotéticamente un español  habitando en la ciudad de Badajoz, España pueda entender bastante bien el portugués mas no sentirse lo suficientemente seguro o motivado a hablarlo, es ahí cuando se le daría la etiqueta de bilingüe pasivo. Ahora, suponiendo que este español por azares del destino se vio en la necesidad de migrar a Brasil debido a mejores oportunidades y ha estado radicando ahí por los últimos 8 años usando el portugués en ámbitos sociales y laborales, teniendo una buena idea de las bases del idioma y una competencia gramatical como comunicativa bastante eficaz sin olvidar ni permitir la interferencia exagerada entre español y portugués, estaríamos hablando entonces de un bilingüe activo.
Hoy más que nunca nos damos cuenta de cómo tantas personas alrededor del mundo se han visto obligadas o en el mejor de los escenarios, motivadas a aprender inglés con el fin de conseguir inteligibilidad con individuos en otras partes del planeta, tanto así que alrededor de un tercio de la población mundial hoy en día es bilingüe en cierto grado en inglés y otra lengua, esto sin contar los  aproximadamente 380 millones de hablantes nativos, lo cual ha dado como resultado que la concepción arcaica  que consideraba al bilingüismo como una posible cause de marginación, problemas intelectuales, emocionales, psicológicos y lingüísticos  como el tartamudeo por ejemplo (Da Silva & Dorcasberro, 2010) haya desparecido y ahora exista un creencia global  que ve al bilingüismo como la mejor manera de difundir la cultura la paz y el espíritu de la alteridad (Hagège, 1996).
Como hemos podido ver, con el paso del tiempo cada vez más psicolingüistas, teóricos e investigadores han aportado nuevas dicotomías y definiciones que nos ayudan a comprender el alcance del bilingüismo así como sus bases sociocognitivas y psicológicas que varían de persona a persona, y a pesar de que es factible que en el futuro se acuñen nuevos términos y definiciones de lo que conlleva la habilidad de utilizar dos códigos lingüísticos, se puede concluir que todos aquellos individuos que son considerados como bilingües caen en distintos niveles del gigantesco espectro psicolingüístico de la adquisición y uso de un segundo idioma, el cual varia dependiendo del contexto en el que nos encontramos e inclusive a causa de factores emocionales y psicológicos altamente variables e influenciables por nuestras experiencias diarias ya que acontecimientos tan aparentemente mínimos como beber una taza de café o una copa de vino podrían traer consecuencias en nuestras elocuciones tanto de L1 como de L2.  


Bloomfield, L. (1935). Language. London: Allen and Unwin.

Corder, S. P. (1967). The significance of learner's errors. IRAL, (5), 161-167.

Da Silva, H., & Signoret Dorcasberro, A. (2010). Temas sobre la adquisición de una
segunda lengua. (2 ed., p. 267). México: Trillas.

Duverger, J. (1995). Reperes et enjeux. Revue internationale d'éducation, enseignements
bilingues, (7), 29.

Hagège, C. (1996). L'enfant aux deux langues. París: Editions Jabob.

Myer-Scotton, C. (2006). Multiple voices: an introduction to bilingualism. (1 ed., p. 44).
US: Blackwell publishing.


Nemser, W. (1971). Approximative systems of foreign language learners. IRAL, 9(2), 115-
124.

NYU Child Study Center. (2005). Habilidades lingüísticas y el impacto de las dificultades
en el lenguaje. The Parent Letter, 3(7), Obtenido de http://www.aboutourkids.org/files/articles/spanish_parent_letter_mar_05.pdf

Ortiz, L. (2010). Adquisición de 1L1 vs. 2L1 y L2: la interfaz morfosintáctica de los
objetos directos. En C. Borgonovo (Ed.), Selected Proceedings of the 12th Hispanic Linguistics Symposium (p. 194). Obtenido de http://www.lingref.com/cpp/hls/12/paper2417.pdf

Paradis, M. (1987). Bilinguisme. In P. Mardaga (Ed.), Problemes de Psycholinguistique
(pp. 422-489). Bruselas: Thibaut.

Peal, E., & Lambert, W. (1962). The relation of bilingualism to intelligence. Psychological
monographs, 76(27), 1-23.

Rini, J. (2010). Compositions in English: Comparing the works of monolinguals,passive
bilinguals and active bilinguals. . K@ta, 12(1), 111. Obtenido de
http://content.ebscohost.com/pdf25_26/pdf/2010/2SH6/01Jun10/64923413.pdf?T=P&P=AN&K=64923413&S=R&D=hlh&EbscoContent=dGJyMMvl7ESeqLE4v+bwOLCmr0qep7NSrq64SLOWxWXS&ContentCustomer=dGJyMPGrtU+0rK5QuePfgeyx44Dt6fIA

Romaine, S. (1995). Bingualism. (2 ed.). Oxford: Blackwell publishing.

Selinker, L. (1972). Interlanguage. IRAL, 10(3), 209-231.

Vildomec, V. (1963). Multilingualism. Estados Unidos : Sythoff Printing Division.

Weinreich, U. (1968). Language in contact. (2 ed.). La Haya: Mouton.


[1]  Normalmente la lengua oficial con mayor difusión y prestigio entre los habitantes.

[2] Leer, escuchar, hablar y escribir.
[3] Definido por otros autores como igualitario.
[4] Conjunto de procesos conscientes e inconscientes mediante los cuales el aprendiente alcanza un determinado nivel de competencia en una lengua segunda. Lo consigue ejercitando las distintas destrezas de aprendizaje en la realización de actividades de diverso tipo.  En estos procesos influyen factores de aprendizaje externos e internos. Son factores internos la motivación del aprendiente, sus necesidades y su estilo de aprendizaje. Son factores externos el contexto en el que el aprendizaje se produce, así como la enseñanza que intenta promoverlo. (Diccionario de términos clave de ELE, Centro Virtual Cervantes)
[5] Mexicanos que tienen dificultad para hablar el castellano con la fluidez con que lo hacen los demás miembros de su comunidad de origen debido al desuso de la lengua; utilizan palabras o modismos del idioma inglés en su lugar.
[6] También conocido como genuino o equilibrado.
[7] También conocido como bilingüismo incompleto.
[8] Hablar interna o externamente con uno mismo con fines de auto-instrucción o auto-regulación del comportamiento.

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